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08-10-2008 |
La vigencia del Che
Prudencio Correa
Escribir sobre el en medio de la bancarrota económica y el empantamiento militar del neoliberalismo que soñó enterrarlo definitivamente es una de esas paradojas singulares de la Historia.
Para el Che como para muchos de los hombres de su generación en America Latina, la derrota de las experiencias del populismo o de la izquierda democrática, tanto en Bolivia, como Guatemala, en Perú o en Colombia, inclusive la derrota en Cuba de los que asaltaron el Moncada, fué el punto de partida de una reflexión y de una práctica nueva. Asumir las derrotas, como lo que fue, asumir que la mismas se producen en un marco de muchas otras posibilidades de desarrollo, fue la tarea que se le planteó al Che y que se les plantea hoy a las nuevas generaciones, que con su ejemplo como bandera entran en la lucha.
En los mismos tiempos en que el Che se rehacía de la experiencia fallida de Guatemala, junto a los cubanos que habian fracasado en el Moncada, otras corrientes, de otros hombres, sacaban de aquella derrota conclusiones diferentes. Mientras unos impulsaban un nuevo combate, otros impulsaban que había que adaptarse. Unos pensaban que habia que luchar mas eficazmente y más denodadamente, otros concluian que no habia que combatir. La visión de los consecuentes se impone luego del triunfo de la Revolución Cuban y se extenderá al resto del Continente y del Mundo.
Es importante señalar esto porque las nuevas generaciones deberán emprender la lucha, luego de la muerte del Che y en momentos en los que el neoliberalismo que se desarrolla después de los anos 70 ha hecho su recorrida durante más de 30 años.
Señalemos tambien algo mas, ser un revolucionario triunfante, no es carta de invunerabilidad. Y al mismo Che le sucedió en vida y despues de muerto que su pensamiento-o por lo menos aspectos fundamentales de su pensamiento- fueron ocultados al gran público, cuando no oficialmente censurados. En los tiempos del "socialismo real" se producía la paradoja de que Maspero editaba en Francia sus Obras Completas, pero en Cuba a la edición de las mismas se le censuraba el Discurso del Balcon de Argel y hasta hace muy poco sus reflexiones económicas sobre el socialismo real eran perfectamente ignoradas.
No primaba entonces más que el guerrillero y el Comandante, pero en detrimento del pensador socialistas que criticaba el "socialismo realmente existente". Y aquella censura no la padeció solamente el Che, la padecieron tambien personas muy cercanas al mismo tanto en el terreno personal, como en la actividad política. Es solo luego del autoderrumbe -implosión se dice ahora- del socialismo real, en el "periodo especial", que su figura vuelve a tomar altura, pero como ejemplo de "guerrillero heroico". Ya llegará el momento de señalarlo como buscador de vías para un socialismo original. Mas allá de esta prehistoria que acabamos de vivir y que abarca el periodo posterior a 1917, el entronizamiento del estalinismo y la influencia que él mismo tuvo sobre las revoluciones populares que se produjeron posteriormente. Hablamos -y entendámonos bien-de revoluciones populares triunfantes. No mencionamos los regímenes que en Europa se impusieron despues de bajarse del último vagón del Ejercito Rojo en marcha hacia Berlin.
Las nuevas generaciones tienen en las experiencias de aquella generación, del cual el Che era una parte, y en las condiciones actuales, mucho material para la reflexión y las luchas que todavía sobrevendrán en America Latina.
Hoy día hay que superar las visiones que pretenden argumentar que el imperialismo no existe. Las visiones que sostienen que la "revolución tecnológica y científica" produce formas de administración económica y política sin necesidad de una transformación radical del capitalismo. Transformación en la cual -con las armas en la mano cuando sea necesario- es una fase que no debe descartarse de ninguna manera.
Todas estas son construcciones neo-liberales que tomaron fuerza con la derrota y muerte del Che.
Y la parte de los intelectuales que se plegaron a las mismas son de la misma naturaleza que los que sacaron tambien conclusiones equivocadas cuando el Che comenzaba su vida política.
Hoy como ayer los que buscaban la adaptación se encuentran en el dilema de que los hechos se burlan implacablemente de sus construcciones, de que no les dan razón.
La "nueva época" de la "libertad", el "progreso", el "crecimiento ininterrumpido", el "fin de la historia" fue desde el comienzo mismo mera propaganda de circunstancias de un capitalismo que está mas maduro que nunca para ser sepultado. La contracara de la propaganda es el estado permanente de guerra a escala mundial y la bancarrata de la especulación financiera.
El reino de la "libertad" es la pálida afirmación de un individualismo que excluye al ciudadano políticamente activo y aprisiona a los individuos en el consumismo o en la indiferencia. Un hombre o una mujer despojados de la capacidad de acción colectiva.
La invocación a "la singularidad" y "las diferencias", se trastoca en los consensos impuestos por los medios de comunicación, o se manifiesta en "la guerra de las civilizaciones", que no solo es la negación de los ideales burgueses proclamados, sino el saqueo más salvaje y la matanza indiscriminada de las poblaciones civiles.
El Che veía en la guerra de Vietnam, al imperialismo norteamericano y a sus aliados de entonces -son curiosamente los mismos de ahora- embretados en una crisis, en la cual la multiplicidad de nuevos combates en otras partes los arrastrara a su inevitable final. Afirmaba "Vietnam esta trágicamente solo" y eso provocaba la ira de los burócratas del socialismo real que despues usaron a sus clientes de entonces para censurarlo.
Tambien hoy estan trágicamente solos los pueblos del Cercano Oriente o del Asia Central que luchan. Y estaremos solos en America Latina si la oleada de gobiernos populares que ganan las elecciones no son capaces de comprender que el imperialismo norteamericano -eje integrador y garante militar del sistema imperialista mundial- que comparte con la Unión Europea y el Japón, no es enfrentado a escala mundial.
Es allí que toma vigencia la reflexión del Che, sobre el socialismo, la sociedad post capitalista, el rol del ciudadano/a en la misma.
La Historia ha producido la diversidad de pueblos y naciones y asimismo las desigualdades que conocemos. Pero no habrá democracia auténtica, ni progreso social si esos mismos pueblos no toman en sus manos la administración de todos los aspectos de la vida política, económica, social y cultural de sus sociedades. No hay recetas únicas universales para la afirmación positiva de esas identidades y el fracaso del "socialismo real" y algunos fragmentos de lo mismo que subsisten lo demuestra.
En America Latina, desde Cuba a Venezuela, pasando por la experiencia de Nicaragua (la revolucionaria) existe una rica cantera para el estudio social concreto de este fenómeno. Y lo misma pasa con otras experiencias populares que actualmente están en el gobierno.
Prudencio Correa
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